lunes, 7 de octubre de 2013

Un papá para S

Llegó a mi vida en el momento más difícil para una adolescente: cuando sus papás se separan, cuando las cosas se reparten y los hijos se quedan un rato flotando a la mitad de un matrimonio roto; cuando las pompas me crecieron más que el resto del cuerpo y las pinzas de la falda se movían sin que yo las controlara al caminar; cuando reprobaba cualquier prueba de educación física pero pasaba todas las materias con singular ñoñez; cuando yo no sabía ni qué significaban los albures y él no sabía ni pronunciar “yes”.

Así coincidimos hace casi 20 años, así nos quisimos, nos olfateamos y nos volvimos cómplices. Debe haber sido mi primer amor porque alguna vez, cuando nos tocó una tormenta en horas de clase, tuve el detallazo de prestarle mi suéter para que no tuviera frío después de resbalar por todo el pasillo inundado, y le perdoné que después él le hubiera regalado justo ese suéter a otra estudiante del mal que acostumbraba usar brassiere negro debajo de una playera semitransparente que se ponía como uniforme.

Tomada de http://cosasdemujeres.com.uy

Como satélites, a veces nos acercamos más que otras, mezclamos las bromas pesadas con coqueteo, los drinks con baile, la amistad con la locura.

Crecimos así, pasamos juntos días difíciles…

Y de pronto, así como el día y la noche, así como decir 20 años parece nada, acaba de convertirse en papá de una niña. No lloré en frente de él cuando fui a conocer a S pero lloré de emoción después, cuando recordé cada minuto a su lado. Me emocionó saber que S tendrá un papá que la enseñará a infiltrarse en la sala de cine sin pagar para ver dos películas en lugar de una, y que podrá hacerlo parecer una travesura porque la educará bajo una férrea disciplina de honestidad; que hará lo posible por contarle que tiene que cuidarse de hombres como él, pero que si consigue un mejor amigo que al menos se le parezca un poco su vida será más feliz; que está bien ser un poco ñoña, porque la tía L así era y así la ha querido con todo el corazón; que reprobar una materia estará bien si aprende la lección, que la vida es eso, vida, que baile en la lluvia, que corra… al final del día siempre tendrá la luz de los ojos de su padre guiándola entre las nubes negras.

Cuando fui a conocerla, descubrí que los costados de su cabeza están llenos de canas y descubrí también que, de repente, casi al mismo tiempo que nació S, mi amigo se volvió todavía más grande y extraordinario, y di gracias por haber estado –aunque sea por teléfono ¡o por facebook!– en  cada aventura que hizo brotar un nuevo pelo blanco.

Por cierto, JP preguntó si S es su prima, le dije que sí, y me dijo “qué bueno, porque es muy linda la Chofa”. Me emocioné por el futuro…